La disyuntiva para Marcelo Ebrard se complica; sus expresiones que no llegan a la denuncia han generado un clima de rechazo y han provocado el enojo presidencial.
El viernes, luego de pagar una multa en el INE, el excanciller mexicano, reiteró sus señalamientos sobre un presunto desvío de recursos públicos a favor de Claudia Sheinbaum.
Ebrard dijo que existen 28 denuncias ante la dirigencia nacional de MORENA, no aclaró si estas fueron presentadas ante la autoridad.
El aspirante presidencial recalcó que fue iniciativa del partido oficial que este tipo de conductas fueran consideradas como “delito grave”,
Sin embargo, Ebrard, haciendo uso del lenguaje de la 4T no hubo claridad.
Ebrard Casaubon, no fue claro, por lo que sus señalamientos pueden ser considerados como simples reacciones ante lo inevitable y reflejaron el miedo a la contraofensiva.
Dicen los que saben que López Obrador está molesto con el excanciller y que ya prepara un reajuste en la estrategia.
En el fondo, está Adán Augusto y dicen que Marcelo no va
Al mismo tiempo, se insiste que para Ebrard y su equipo, se tienen contemplados lugares en el senado.
Se insiste y se ha dicho, que el carnal Marcelo, no se va, aunque no estará en el primer plano.
Sobre ese escenario, la especulación crece y se vuelve intensa sobre el verdadero fondo de la estrategia presidencial para la sucesión.
Aunque todo indica que es Claudia, en el fondo, todo parece apuntar a que será Adán Augusto López Hernández el que gane los laureles.
Las presuntas molestias de Ebrard, han sido equiparadas a las que asumió “su maestro” Manuel Camacho Solís en 1993.
Camacho no fue escogido por Carlos Salinas de Gortari por lo que inició una serie de acciones de inconformidad utilizando la falta de lealtad como argumento.
Ebrard usa el mismo discurso por lo que la eventual selección del hermano no se considera descabellada.
Adán Augusto siempre ha sido considerado como el caballo negro de AMLO.
Sin duda, el ex secretario de Gobernación es el tercero en discordia y la garantía para preservar la unidad de la 4T.
Sobre ese entorno, la tómbola ha empezado a girar y hay muchas voces que indican que esta vez, no será la hija política del presidente.
Todo apunta a que a pesar de que es Claudia, el elegido no será Marcelo sino el hermano, que es mucho más que carnal.
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