Tijuana, Baja California (tvinoticias).- Marco Antonio Blásquez, el todavía diputado local por el Partido del Trabajo (PT), pretende ser alcalde de Tijuana.
El propagandista del exgobernador Jaime Bonilla Valdez, aspira competir por la presidencia municipal abanderado por una marca que no tiene mucho.
Históricamente, el PT ha sido comparsa de los llamados partidos grandes, revisando la última elección (2021), los números son contundentes.
En el proceso electoral, Blásquez Salinas fue electo como diputado por IX distrito electoral local, obtuvo 25 mil 659 votos, que representaban un poco más del 34 % de la votación.
Sin embargo, en los otros distritos electorales locales y que corresponden a Tijuana, el PT no obtuvo más de mil novecientos sufragios.
Es decir, la marca no da para más y salvo en el VII distrito electoral local en donde Julio César Vázquez obtuvo 38 mil, 458 votos.
Los números son contundentes, claros y fríos, el PT por sí solo, no representa nada.
El PT de Bonilla y el divorcio con AMLO
Integrado en la coalición Juntos Hacemos Historia, el PT logra resultados que generalmente son de representación proporcional, es decir no tiene victorias electorales.
La participación del partido controlado por Alberto Anaya es mera referencia y carece de suficientes atributos para convertirse en protagonista.
En Baja California, actualmente está separado y confrontado con MORENA y aunque se insiste en presentarlo como parte de la 4T es más bien un membrete.
Controlado por el empresario y exgobernador, Jaime Bonilla Valdez, el partido atraviesa una situación que lo acerca a la desaparición.
Bonilla, el primer gobernador de MORENA en la historia política de la entidad, en su carácter de comisionado político nacional ha desatado un conflicto con MORENA.
El diferendo es con Marina del Pilar, la gobernadora morenista que amenaza con meter a la cárcel al también senador de la república.
La mandataria estatal asegura que durante el gobierno que encabezó Bonilla, se cometieron actos de corrupción.
Ninguna de las partes hasta el momento, ha probado culpabilidad o inocencia.
Al mismo tiempo, la amistad que Bonilla presumía con Andrés Manuel López Obrador se ha enfriado y se especula que hubo divorcio.
El pato que alguna vez fue escopeta
En ese entorno de confrontación, Marco Antonio Blásquez pretende construir una campaña para convertirse en alcalde de Tijuana.
Auto proclamado como “periodista o comunicador” Blásquez, es un sujeto calificado como soberbio, petulante y pendenciero.
El todavía diputado local, definitivamente C’est le bouffon du roi, podrían considerar en Paris pues, a pesar de haber sido senador, en realidad, no tiene capacidad para aspirar.
Blásquez es sin duda un ácido e implacable critico.
Sin embargo, al ser soberbio y hasta altanero, rechaza las criticas y se considera como dueño de la verdad.
Ciertamente, su eventual nominación como candidato a la presidencia municipal de la ciudad más importante de Baja California, resulta demasiado.
Hay un detalle más y sin duda, es necesario resaltarlo, a Blásquez se le olvida que hoy es pato porque alguna vez fue escopeta y tiene que entender.
Hoy, el alguna vez periodista o comunicador es un político y no debe olvidar que lo que haga o deje de hacer está bajo el escrutinio.
Los políticos son políticos y a veces servidores públicos y como, tal debería comportarse sin embargo, Blásquez insiste en ser propagandista de ysq.
Esa condición, lo dejà en el limbo, no se sabe lo que es e imaginarlo como alcalde de Tijuana provoca terror.
Imaginar a la Ciudad en manos de Blásquez sería algo catastrófico; todo mundo sabría que su voz no sería su voz, la iglesia en manos de Lutero, dicen.
TE PUEDE INTERESAR: Un Hank llegaría al senado de la república postulado por MORENA
, pretende ser alcalde de Tijuana.){kind=link}